Hoy quiero hablarte de la influencia enorme que posee la calidad de las traducciones, ya sea en la sociedad como en el idioma.
Quiero intentar concienciarte, desde
esta humilde tribuna, de la importancia que tiene realizar la traducción de los
textos como mínimo con el mismo celo con el que se realiza la elaboración de
los textos originales. Los documentos
traducidos poseen una influencia directa en la economía: de un lado, el
bilingüismo se encuentra totalmente fijado en nuestra vida cotidiana. Por otro
lado, importamos y exportamos servicios y productos incesantemente. Es preciso,
como traductores, tener esto en cuenta en nuestro trabajo, ya que cuidar el idioma es ventajoso para todos. Las personas, empresas e
instituciones debemos poner en práctica y difundir este concepto todo lo que
sea posible.
Existen muchas personas que se dedican
a la traducción. Pero, ¿a qué podemos
denominar una buena traducción? ¿Existe algún tipo de baremo? A priori,
pareciera algo subjetivo, no obstante sí que existen ciertos criterios que,
efectivamente, se pueden mesurar y que ayudan a estipular si una traducción es
o no apropiada.
El sector de la traducción es muy complicado,
y en multitud de ocasiones no nos percatamos de la labor que comporta traducir
un extenso texto. Una persona que domine dos idiomas es capaz de traducir de un
idioma a otro un documento con mayor o menor acierto. Pero, ¿es verdaderamente tan sencillo realizar traducciones de calidad? ¿Por
el simple hecho de dominar dos idiomas, alguien se puede considerar traductor?
Una buena traducción es aquella que es capaz de transmitir exactamente
el mismo sentido del texto original al idioma meta, y naturalmente, no puede
eliminar ni tampoco añadir ideas. El contenido del texto original, la terminología, los giros lingüísticos
y las expresiones tienen que plasmarse de una forma correcta. Ya que el texto
se elaboró con un claro objetivo y para un público determinado, es necesario mantener
el objetivo y el espíritu originales, para que de este modo, la traducción consiga
el mismo efecto.
"Es fundamental que una vez traducido el texto, sea corregido por otro traductor con amplia experiencia en el sector."
Naturalmente, se han de respetar celosamente
todas las normas ortotipográficas, sintácticas, de puntuación y ortográficas
del idioma meta. Es necesario que el servicio de traducción adopte unas posturas
manifiestas y actúe después coherentemente en el caso de las sugerencias.
Dejando de lado las normas y sugerencias, la organización y estructura del
texto, es uno de los factores que más influencia ejercen en su fracaso o en su
éxito.
Un criterio que se cumple de una forma
muy sencilla es el concerniente a nombres propios, fechas y números. ¿Se encuentran
todos los nombres propios en el texto traducido? ¿Las fechas se ha traducido
correctamente? ¿Están todas las cifras del texto de origen en la traducción?
Existen otros criterios objetivos,
algunos tienen relación exclusivamente con el proceso de gestión de la
traducción. En el año 2006 el CEN (Comité Europeo de Normalización) inició una nueva norma (UNE 15038)
en relación a los proyectos de traducción, con el propósito de que los
servicios de traducción tuvieran un método protocolizado para la gestión de los
proyectos de traducción.
No debemos olvidar todo lo relativo al
formato, ni los temas relativos a los esquemas, gráficos e imágenes que con
frecuencia comprenden textos. También hay ocasiones en las que también hay que
realizar maquetaciones. Es por ello que es conveniente que el profesional que
realice la maquetación, lo haga en estrecha colaboración con los traductores, y
que el traductor y el cliente de antemano, pacten todo lo relativo la estructura
de los esquemas, gráficos e imágenes del texto.
"Si es el cliente quien se ocupa de la maquetación, es vital que el traductor realice una revisión de documento final, una vez maquetado, para detectar posibles errores."
Aparte de todo lo que te he comentado anteriormente,
¿existen otros factores que afectan a la calidad de una traducción? Según la UNE-15038, anteriormente mencionada,
es primordial que los traductores
realicen traducciones solamente a su lengua materna. Puesto que es
altamente complejo conocer plenamente un idioma que se ha aprendido de adulto igual
que conocemos nuestra lengua materna. Por otro lado, no es necesario comentar
que es esencial ser un buen conocedor de la temática del texto que hay que
traducir.
Otro aspecto que subraya la norma es la
concerniente al corrector. Es preciso que el
texto traducido sea corregido por otro profesional que sea experto en la materia
que trata la traducción. Asimismo, si se trata de la traducción de textos técnicos, lo ha de revisar un corrector conocedor de todos los aspectos
técnicos del texto. Es por ello que es de gran utilidad disponer de
profesionales terminólogos en el equipo de trabajo.
Si se han de traducir textos
empresariales, trípticos o informes, es primordial tener una relación fluida,
ágil y cercana con el cliente. Mientras más conozcamos al cliente, mayores posibilidades
de realizar una buena traducción tendremos, ya que seremos sabedores qué es exactamente lo que el cliente quiere transmitir.
Ésta es la era de las tecnologías de la información y de la comunicación (TIC),
y es innegable que los sistemas informáticos son muy útiles en todo proceso de
traducción. Actualmente casi la totalidad de los traductores recurren a las herramientas de traducción asistida por ordenador (TAO).
Una de las herramientas más utilizadas son las memorias de traducción, también son fundamentales los glosarios, todas ellas aplicaciones
que ayudan con la revisión de los criterios de calidad. Son imprescindibles
para poder garantizar la coherencia del texto. Por último, cada día son más
utilizadas las herramientas de gestión del proceso traducción, que ayudan
enormemente la comunicación con el cliente.
En resumen, es elemental que al realizar la traducción
de los documentos empleemos el mismo afán y tesón que utilizaríamos en la
elaboración de un texto nuevo. Si el texto original se ha redactado aplicando
unas pautas de calidad, debemos hacerlo exactamente igual al realizar la traducción.
Y para conseguirlo no hay otra opción que la de seguir al pie de la letra las
indicaciones de las normas de calidad creadas para poder gestionar el proceso
de traducción.
Quiero darte las gracias por el tiempo dedicado y
no dudes en comentar
tu opinión, siempre va a ser agradecida.
Totalmente de acuerdo. Estoy harta de ver como muchos clientes se esmeran en crear un texto en español, cosa que está muy bien, y no invierten ni 10 segundos en procurar una buena traducción para ese texto. Lo traducen con cualquier traductor automático y "palante".
ResponderEliminarLuego pasa lo que pasa :-(
Muchas gracias por comentar Esther. Muy acertado tu comentario. Se pude decir más alto pero no más claro.
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